Cuando te desvivas por un sueño, por lograr un objetivo,
dejando atrás o para más adelante familia, otros sueños y objetivos, vivencias, planes, lugares por visitar y gente a la que conocer,
cuando por mucho que te esfuerces, por muchas cosas que sacrifiques o mucho que te sacrifiques, no consigas nada de lo que te propones,
cuando sufras y no por ello te lamentes,
cuando te hagas el fuerte e intentes aparentarlo,
cuando se interesen por ti y lo que te pase, y tu respuesta sean lágrimas por ver cada vez más esfuerzo por tu parte y cada vez más lejos tu objetivo,
entonces, y sólo entonces, podrás decirme eso de "te entiendo, sé por lo que estás pasando, puedes contar conmigo".