lunes, 24 de octubre de 2011

He de decir que...

Creo que la he encontrado.

martes, 18 de octubre de 2011

No sólo respirar es vivir, pero sí condición indispensable.



He intentado hacerte sentir mejor, pero desde el principio, no sólo tu ánimo va a peor, lo que significa que no estoy consiguiendo nada, si no que absorbes mi energía.
Me cautivas, me atrapas, sí. Todo eso es muy bonito, pero me agotas, me desquicias.
Quizá no sepa andar como una princesa, pero quizá tampoco sepa hacerte feliz...


Estaba orgullosa de ser la única persona con la que no habias peleado nunca...


No lo sé, pero no es algo por lo que me vaya a apartar y parar a reflexionar sobre ello.
Hay cosas más importantes, y que me llenan más que tú.


Aunque yo no lo crea.

domingo, 17 de julio de 2011

lunes, 11 de julio de 2011

Tampoco pido tanto...

Que vengas y me abraces.
Que vengas y me beses.
Que vengas y me hables. Que me cantes.
Que aparezcas en mi puerta a las 8.10 AM y me invites a perdernos en el bar de siempre.
Que me mires, me sonrías, y me vuelvas a abrazar.
Que me dejes hablar, y hablar, y hablar. Y hablar.
And talk to me.
Que vengas caminando, en avión, nadando, o en cohete.
Que vengas, como quieras, pero que estés aquí.


Nah, en realidad... sólo quiero que siga tu vida,
que también seguirá la mía,
y es que pondré mi mente en blanco y nos veremos,
lo menos,
en tres semanas, y algún que otro día

domingo, 12 de junio de 2011

Decían que el cielo era un hotel de mil estrellas para dos.

¿Y bien? ¿qué tal el cambio? De vez en cuando te paseas por mi vida, en un intento de entrometerte, pero creyendo que creo que ya no lo haces. Me ves, me lees, me tocas sin las manos, y yo ya paso. No siento nada, no por ti. Creo que el momento pasó y no volverá, no contigo. Porque estás centrado en demasiadas cosas, tantas que te bloqueas cuando piensas que no puedes más, y te liberas pronto para volver a encerrarte.

Eres Fuerza, Escape, Osadía, Chulería y a veces Pasotismo. Eres tantas cosas que me gustan que de demasiado pasa a nada, y ya no solo no me gustas a mí, no le gustas a nadie. Ni tan siquiera a ti te gustas, aunque bien sabemos que gustarse a uno mismo es harto complicado. Cuando quieres eres increiblemente falso, sobretodo contigo mismo, y ya nadie entiende, ni siquiera tú, que nadie recuerde tu sonrisa. ¿Por qué? ¡Si antes no dejabas de usarla! Ahora me la he quedado yo, y se la estoy regalando a quien la merece. Primero a mí misma, porque sí, porque soy genial y buena persona, y merezco sonrisas, porque no las quiero para mí, porque me gusta regalarlas, porque a medida que mis dedos escriben lo que mi desordenada cabeza piensa, me doy cuenta de que esta consecución de letras no tiene ningún sentido, carece de él por todos lados, pero si mis dedos se han tomado la molestia de escribirlo, mi cabeza de pensarlo, y tú de leerlo, seremos varios pensando en ello, y por lo tanto pasará a ser una milésima de nuestro tiempo, y cualquier cosa que tenga que ver contigo, o conmigo, o con cualquiera de los dos, es tan importante como respirar. Porque no solo respirar es vivir, pero si condición indispensable.

Mi sonrisa es para ti, para ella, para mí. Para quien la quiera.

domingo, 15 de mayo de 2011

Quizá...

Quizá no debería contarte todas mis cosas.
Quizá no debería esperar tanto de ti. Ni tan poco.
Quizá lo sabes todo pero quizá no tienes ni idea.
Quizá te canse.
Quizá te necesite.
Quizá me cansas.
Quizá la distancia y el tiempo sean la clave.
Quizá no quiera volver a saber de ti.
Quizá me acalore demasiado tu presencia.
Quizá no debería haberme quedado, y debería haber ido.
Quizá debería haber descolgado tu llamada.
Quizá debería dejarte hablar.
Quizá seas demasiado.
Quizá sea mejor alejarte de mí, o alejarme de ti.
Quizá lo mejor no es esto, si no eso o aquello.
Quizá no te necesito, quizá no te quiero a mi lado, quizá te prohiba la entrada. Volver.
Quizá seas mi hada.
Quizá no. Quizá sí. Quizá hace días, este quizá era una afirmación. Quizá ya no lo sea. Ni siquiera yo lo sé, ni siquiera tú lo sabes. Ni siquiera hay un tú y yo, un tú, un yo, o un nosotras.

E.

¿Alguna vez te he contado que mis textos son una fusión de diferentes sentimientos a diferentes personas? No te sientas identificado. No tanto. Un poco quizá sí. Pero no te esfuerces. Quizá a ti no te hago referencia. O quizá a ti, y sólo a ti, vayan dedicados estos 29 quizases.

martes, 10 de mayo de 2011

¿Quién soy?

En ese momento te cegó. Posó sus cálidas manos en tus ojos, y te impidió seguir viendo. Olvidaste el sol, los pajaritos, la hierba y los riachuelos, y creaste e inventaste un universo. Tuyo. Tuyo y de ella. De las dos.
Tiempo después, ¿quién recuerda cuánto? ¿2 días, 3 semanas, cuatro meses? ¿un año, quizá? se retiró, silenciosa, sin molestar. Poco a poco, tal y como había llegado. Al principio decidiste no abrir los ojos. Antes, cuando tus ojos sentían su calidez, los abrías de vez en cuando, pero veías lo mismo que si no lo hacías. Era al no estar en contacto con esas manos... sus manos... veías todo oscuro. No viste el final del túnel, porque no había luz. Ni túnel. No había luz porque decidiste mantener los ojos cerrados. Un día pensaste en abrirlos de nuevo. No había nada que perder... ¿o sí? Nada... era lo único que tenías... ¿Puede perderse "nada"? Creías que no. Poco a poco... ¡Los abriste! Y ¡vaya! ¿qué era eso? No... eso no. ¿No te cegó? Que va, ya lo estabas. O eso pensabas. ¿No recordabas la luz del sol? Era mejor que lo que creaste, ¿verdad? Sí, sí. Ahí sigue, estará, y permaneció mientras andabas cegada, sin ver. Que no ciega, ojo. ¿Te costó acostumbrarte? Cerraste los ojos, pero esta vez pasó menos tiempo entre "un abrir y cerrar de ojos".

Ya has visto la luz, y quieres volver a acostumbrarte. El mismo día que lo consigues, quizá el siguiente, viene alguien por detrás y...

¿Quién soy...?

domingo, 8 de mayo de 2011

Querido Príncipe Azul...

Mi último pedido salió mal... Pero no te preocupes, no te lo reprocho. No te escribo por eso. Quería agradecerte que me pusieses en contacto con él. No fue ni mucho, ni intenso, ni irrepetible, ni perfecto, pero fue, y es con eso con lo que me quedo. Ahora encontró a su princesa sonriente, y se rodea de extraordinarios pajes, o subordinados, o iguales, y yo me alegro. He visitado su pueblo y es tan irónico y pequeño como dicen, y me he dado cuenta con todo, que no estoy hecha para vivir entre la nobleza. Ahora sólo quiero, que si tiene que venir alguien, sea una campesina, de las que te encuentras de camino al mercado, de paseo, que no tuerce la nariz ante el olor del estiércol, y te enamora su olor a hierba fresca recién cortada, leña quemada, y pasta de dientes...


G.G.B.

viernes, 8 de abril de 2011

A menudo me pregunto si estoy en la mierda. La respuesta es "NO".

Perdón por mentirte. Por engañarte, ignorarte, y parecer buena persona.
Perdón por no quererte y utilizarte.
Perdón por pasar de ti y hacer el imbécil. Perdón por serlo y querer también parecerlo.
Perdón por huir, prometer no hacerlo, por decir sí y que luego sea no, por hacerlo rápido y parar de golpe. Por frenar, acelerar, y chocar. Por hacerlo sin soltar tu mano, agarrándola fuerte.
Perdón por no saber decir adiós. Por desaparecer, volver, y no estar cuando debería.
Perdón por ser como soy, no querer cambiar, volver loco a medio mundo, lanzarme de espaldas, y esperar que me cojáis. Perdón por conseguirlo.
Perdón por todo. Y por nada. Siempre y nunca. Jamás.

Bitch...


Fdo: Quién sabe, quizá tú.

jueves, 10 de marzo de 2011

2008 - Por todo, gracias.

Gracias por esos abrazos que nunca sentiste, y besos que no me diste,

esas caricias que aun no existen y espero, pero no aparecen.

Por todo, gracias. Gracias a ti soy como soy, gracias.

Debo agradecerte cada caída y piedra ya superada,

cada vez que caí desplomada, gracias por todo. Gracias

por cada paso hacia atrás y cada amiga perdida,

por cada paso denegado o historia inacabada,

por cada espera alargada, por todo, gracias.

Gracias a ti conseguí saltar muchas más vallas,

cada vez más rápido, superar obstáculos y levantarme sin más.

Cada paso es más duro, pero al menos yo sé que puedo,

y el que diga lo contrario, ni me conoce a mí ni a mi pasado.

Nadie, y repito, nadie hay en este mundo como yo.

Nadie sabe qué deseo, oculto, pienso o quiero.

Nadie, y lo repito, nadie puede decirme qué hago,

y si alguien lo intenta: silencio por respuesta.

Silencio y una dosis de irreversible muestra

de ese dolor sincero que rompe cada puerta.

Cuando una puerta se cierra, dicen, se abre una ventana.

Cuando saltas la ventana, sientes, apareces en la cama.

Eso sólo significa que aprovechaste la oportunidad,

la cogiste por los cuernos y echaste ya a volar.

Por todo, gracias. Gracias a ti soy como soy, gracias.

Tranquila, cero enfados, pero cero confianza.

¿Cómo confiar en alguien tras tanta puñalada?

"Será algo fácil, algún día acabará."

Eso dicen los que a ti te conocieron sin pasar...

Sin pasar por tu lado, a ti te dieron la espalda,

y sólo el que de ti vive es ahora quien lo paga.

¿Qué se debería hacer si se pierde la esperanza,

cuando dejas de soñar, cuando no te importa nada?

Cuando piensas que lo pierdes todo, ya nada te cuadra,

y te dejas caer en un pozo lleno de basura y rabia.

Rabia contenida desde hace algunos años,

meses eternos, días infinitos, minutos…

Eternos minutos, interminables silencios.

Pero no silencios compartidos, si no que son solo míos...

Mi consejo para entonces podría ser el siguiente:

No te dejes caer, no todavía, aún no, detente.

Detente a pensar, piensa con la cabeza,

que no solamente está para cubrirla de maleza.

Piensa que con ella se consiguen grandes cosas,

desde dieces en mates hasta teorías infinitas.

¿Recuerdas? Muchas de ellas trataban del corazón,

pero estaban pensadas con la mente, la cabeza, la razón.

No siempre el corazón te guía por el camino correcto,

pues corazón igual a amor, y el amor dicen que es ciego.

Por todo, gracias. Gracias a ti soy como soy, gracias.

También está tu lado bueno, gracias por darme un amigo.

¿Uno? ¿Dos? ¿Tres? ¿Cuatro? ¿Cinco? "¡Cuántos de repente!" Te digo.

Me contestas que los merezco, pues sufrí mucho en el pasado.

Te contesto “No es para tanto”, y gano si tiro ese dado.

Antes no tenía amigos, mas mi familia me apoyaba;

ahora no es que me sobren, pero con ellos me quedaba.

Mi familia me invitaría a quedarme más por casa.

Dicen que veo el futuro. Lo siento, nada me pasa.

Por todo, gracias. Gracias a ti soy como soy, gracias.

Cuánta gente se rayará cuando escuche esta canción,

gente que me vea y pregunte el por qué de la situación.

A muchos contestaré con lo duro que es el pasado,

a otros sencillamente recordaros cuando me dejasteis de lado.

Si algo sé que os puedo decir, es que siempre se aprende,

y por ello doy las gracias a familia y colegas, siempre.

La familia que siempre está, que me apoya incondicionalmente;

los colegas que se quedan aunque haya tormenta fuerte.

Cuando esta se avecina te prestan abrigo y paraguas,

y para cuando se va y sale el sol, te abanican si hace falta.

Sinceramente, no me arrepiento de haberte conocido,

pues me ayudaste a base de tropiezos y haberme caído.

Gracias a todos ellos puedo hoy por hoy decir

que la felicidad existe y se puede conseguir.

Primero tienes que sufrir para poderla distinguir,

y descubres que el camino es difícil de seguir.

Aunque nada es imposible y nunca hay nada perdido

sólo hace falta saber qué es lo que has elegido.

Si te caes con mano amiga no importará la caída,

sólo piensa: Tu deber: Volver a subirla arriba.

"Por todas esas caídas y manos sinceras prestadas
quiero agradeceros, pues para mí sois como hadas.
Cada una de un color, distintas, pero de una especie,
y es que con todas vosotras ya no temo ni a la muerte."

miércoles, 9 de marzo de 2011

Zzu!

Desaparece de mi tablero o no muevas ficha,
pero no te comas las mías para hacerte dama.
Porque aunque no esté permitido,
te atacaré con mi caballo.
Todo vale, vale TODO.

---

Puede que yo sea especial para ti,
pero si no puedes serlo tú para mí,
prefiero entonces que mejor no hablemos.
Porque, aunque te duela escucharlo...
Escucharte me duele.

---

Llegará el día en que no tenga que pensarlo,
en que salga solo, como meter las marchas.
Primero es todo forzado, y te dedicas tanto a ello
que no quieres ni verlo.
Después descubres cómo se hace,
y que no es tan difícil.
Por último, aprendes cuándo.
Definitivamente... Está chupado.

---

El amor es una mierda...
¿Te preocupas tanto por las mierdas del camino?
No, ¿verdad? Sólo te preocupa pisarlas, ¿cierto?
Claro.

domingo, 13 de febrero de 2011

Me enganchaste a pensar en ti sobre todo por las noches

Casi cien días desde que nos conocimos, y como si nada hubiera pasado… mucho “no sé que habría hecho aquí sin ti” al principio, muchos “te quiero”, muchos abrazos, besos, sonrisas, palabras bonitas y mensajes de buenas noches. Muchos “te necesito” y “gracias, de verdad”... ¿Dónde ha quedado todo eso? “Mejor dejar todo en amistad”, “No siento lo que debería”… De acuerdo, todo bien pero… ¿qué ha pasado con esa amistad prometida? No la veo por ninguna parte… “nunca digo mentiras”. Te creía, acepté sin dudar, ser tu amiga iba a ser lo mejor, hoy no lo veo así. Mañana seguramente todo en mi cabeza cambie, o me llegue un mensaje tuyo, privado, o un toque, y sonría, y eche por la borda todos mis argumentos, pero en este momento, no lo veo así. Ni siquiera lo veo.

No volveré a preguntar, y es que si quieres algo, ya sabes dónde encontrarme.

El mismo día del adiós hiciste por hablar conmigo. Rabia me dio estar en un autobús camino de la Plaza. Rabia infinita.

Quizá me toque quererte

lunes, 10 de enero de 2011

Golpe de suerte.

Trocitos, de lo verde del jardín.
Montones de esperanza,
pedacitos de canción.
Un corazón que no le cabe,
sólo entiende lo que dices
si lo dices sin palabras.
[]

Estaba completamente convencida de que llegaba, no sólo a tiempo, si no de sobra, incluso que me tocaría esperar con la música puesta, y el gorro negro en la mochila. Aún así, algo me empujó a salir corriendo, escaleras abajo. Primero las normales, las mecánicas estaban llenísimas de gente. Luego las mecánicas, al adelantar a la muchedumbre, ya vacías. A tiempo. Nada más entrar en el andén, llega el tren. Miro todos y cada uno de los vagones hasta la mitad, donde me encontraba yo. Nada, no estaba. Entro, aun asi tengo que llegar, antes o a la vez, pero no después. Miro a izquierda: Estaba en lo cierto, nada. Miro a derecha: Sí, conseguido, esa mirada. Cargada con maleta y mochila, abriéndose paso, ella. “Lo tenía todo planeado”. ¿Cuánto tiempo hacía? No demasiado, esa misma noche, en mis sueños (oh oh, ñoño ñoño xD). Lo suyo fueron pesadillas. ¿Lo mejor? No se lo esperaba... :)

Te quiero