lunes, 29 de noviembre de 2010

Adicción no: Predisposición.


Hoy, paseando por Madrid, me acordé de ti. Es Navidad en la calle, y en El Corte Inglés también. Perdí el autobús. Vi una frase, y quise dedicártela. Por suerte *poco a poco* te hice caso. Hice bien. Buscando esta tarde entre tus cosas encontré esa misma frase, en otro idioma, y para otra persona. Buscaré sinónimos, y te dedicaré una frase parecida, pero no será la misma, porque de recordar cuál es, en qué momento la dedicaste, y a quién, no estaré contigo para abrazarte.
Y cuando crees que nada más puede salir bien, que no hay nada mejor, que todo va sobre ruedas... entonces... llega alguien, con un beso, un abrazo, una mirada, cosquillas, un guiño... y te demuestra lo indemostrable: ... todo puede mejorar, y en este caso, lo bueno no ha hecho más que empezar.
Te quiero. ^^

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Tú. Sólo tú.


Ahora me importas tú. Aunque yo no te importe lo mismo, aunque solo me quieras ahí porque me necesites.
¿Que qué eres para mí? No lo tengo claro. Quizá nada, quizá algo. Quizá dentro de poco lo seas todo. Eres una lucecita en la oscuridad, un camino que seguir, alguien a quien ayudar. Eres alguien a quien, aunque es como si lo hiciera, no conozco, pero aprecio. Ya habrá tiempo de conocerse, y quizá pasar a quererse, o al menos importar un poco más.
No diré “te quiero” hasta que sea el momento oportuno. Y este... no lo es. Aunque me atreveré a decirte que me temo que te necesito tanto como tú a mí.
¿Que qué eres para mí? Una piedra en el camino, una piedra que recogeré y tallaré con todo mi cariño. Ante todo eres Mi piedra, y no te pisotearé o patearé, ni dejaré que nadie lo haga.
“Una persona, y eso, lo sabes, ya me gusta ;)”.
*¿Cómo quieres que te eche de menos, si no te marchas?*

Sólo eso...

Hoy, tuve que deshacerme de ti. Molestabas. Sólo yo te quería ahí. Bueno... ni siquiera estaba segura de ello. En vez de hacer caso al resto, opté por guardarte en el bolsillo. El problema es... ¿en cuál?

Algún día te encontraré, como encuentro el dinero que no sabía que tenía. Y te gastaré en cuanto me sea posible porque... ¿para qué quiero guardar algo que no recordaba que tenía, si ya no contaba con ello?

Si me preguntaras...


Si me preguntaras... Ay, si me preguntaras... te contaría lo feliz que soy a tu lado, el bien que me hace tu compañía, lo divertido que es gastar contigo mi tiempo. Te contaría una y otra vez la misma historia, pero siempre distinta, y callándome los detalles importantes para que me volvieses a preguntar. Si me preguntaras te contestaría con una pregunta, para que fueses tú quien me contara. Si me preguntaras te contaría cuentos inventados, preguntándote a ti el final, para que fueras tú quien me lo contara. Si me preguntaras... Ay, si me preguntaras! Te contestaría con la mejor de mis sonrisas, sin palabras, y tú sabrías responderme también sin palabras, a esa misma pregunta... ... ¿Que cuál es la pregunta? Ay, si me preguntaras...
"Mi problema es permanente porque así lo quiero yo."

martes, 16 de noviembre de 2010

I LIKE IT ;)

Me encanta ese momento en el que piensas que todo va mal y no puede ir peor, que pocos ya merecen la pena, que sólo quieres salir de tu mundo e irte a otro, o peor que eso, no ser nadie. Dormir, sólo dormir. Desaparecer.
Me encanta porque no hay peor momento, porque sólo en ese momento llega algo y alguien que te hace abrir los ojos, no dormirte, que mires al futuro, que al fin y al cabo es TU futuro, y esa estrella, esa luz, esa esperanza, que de cualquier otra forma no habrías sacado, sale a la luz, te renuevas, y no necesitas más.
Esa luz ha llegado, y como siempre se irá, tarde o temprano, en uno u otro momento, pero mientras esté conmigo la aprovecharé.
Y  sí, no lo dudes... La compartiré contigo.